Hablaré abiertamente y con transparencia sobre este tema. Uno de los valores de Rush Soccer es la Empatía.
Cuando de fútbol se trata, no hay que hacer mucho esfuerzo para empatizar con un padre o madre. Sabemos que aman a sus hijos, y sabemos que su involucramiento se debe a ello, por el deseo de asegurar que la experiencia deportiva de su hijo/a sea lo mejor posible. Ahora, y lo digo con todo el debido respeto, eso no necesariamente significa que sepan cómo es un buen ambiente de aprendizaje.
No hay nada malo en ello. Una vez más, basta un poco de empatía. Tal vez seas abogado, electricista o agente de bienes raíces, y tal vez ni siquiera jugabas al fútbol cuando era niño. De hecho, a veces los padres que crecieron jugando al fútbol son los que tienen más malentendidos sobre cómo es un buen ambiente de aprendizaje y qué deberían buscar al evaluar una sesión de entrenamiento. "No sabía que para ser un buen jinete debías ser primero un caballo",respondió el legendario entrenador italiano, Arrigo Sacchi, cuando un periodista preguntó si su carrera como jugador -lejos de ser exitosa- podría obstaculizar su trayectoria como entrenador. Es muy distinto ser entrenador a ser jugador. Muy, muy diferente, y el hecho de que trabajamos con niños/as añade otras cien capas de complejidad.
Por favor, no crean que este artículo gira hacia una reflexión sobre el comportamiento de los padres y madres. Lejos de ello, lo que queremos es protegerlos porque hay veces en las que el negocio come todo y el deseo de generar dinero intoxica todo el honor en la tarea.
Comencemos con un pequeño experimento: Si tuvieras que elegir uno de los siguientes dos entrenamientos para que tu hijo/a formara parte, ¿cuál elegirías?
Aclaración: Esta es nuestra opinión basada en nuestras filosofías y creencias de desarrollo y de ninguna manera pretendemos faltarle el respeto a los colegas con un enfoque diferente. Además, no estamos dando a entender que alguna de las actividades presentadas sea incorrecta o errónea, ya que se presentan sin un contexto abarcador.
Opción 1:
Opción 2:
Yo escogería la segunda, sin dudas, y explicaré por qué en un minuto.
¿Has elegido la primera? No te sientas mal al respecto, mucha gente lo hace. ¿Sabes por qué? Porque parece bonita y organizada. Tan controlada. Tan limpia. Hay éxito. Y en la segunda (si efectivamente la aplicáramos en una sesión) habría muchos errores, se vería caótica. Habría demasiados fracasos, y se vería muy básico. Casi sin conos, sin equipamiento, nada. Pero deberías recordar que el fútbol es naturalmente un deporte caótico, especialmente en las primeras edades, y que el deporte es muy básico (dos equipos, dos arcos, una pelota, espacio delimitado, punto).
¿Cómo se ve el juego cuando lo ves durante los fines de semana? ¿Cómo lo que vemos en la TV o un poco más como esto?
Entonces, repensemos la sesión que escogeríamos preguntándonos a nosotros mismos cuál parece replicar mejor el juego.
Allí es donde está la clave. En la primera sesión, hay 'trabajo técnico', y no hay nada malo en ello (puede ser útil si se aplica bien en una necesidad específica), pero también puede ser irrelevante si no se transfiere a la habilidad.
Permítanme explicar un poco esto.
"Habilidad" significa que una técnica se puede aplicar de manera efectiva dentro de una situación de juego. Entonces, usando puramente el sentido común, ¿no sería imposible aprender a aplicar una técnica dentro de una situación de juego si la sesión en sí no presenta la situación del juego?
La segunda sesión, en ese sentido, es bastante realista. Lo único que alteró el juego fue quitar los arcos. ¿Por qué? Para que los jugadores se enfocaran en pasar en lugar de disparar, pero el resto está ahí: compañeros, oponentes, espacio, pelota.
Aquí hay algunos buenos tips sobre qué buscar en una sesión de entrenamiento:
Si estos tips están, ya es un buen comienzo.
Aquí hay algunas señales sobre lo que no deberías ver (no tomarlo como blanco o negro, por favor):
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