Pablo Toledo es el Director del Departamento de Coach Development y Proyectos Deportivos de Rush Soccer.
Como siempre, antes de que leas este artículo, agregaré mi aclaración: Esto es lo que yo pienso, basado en mi experiencia y educación, y no soy Mourinho, así que siéntete libre de estar en desacuerdo y aliento a que escuches a quienes piensan diferente.
Ya hemos cubierto algunos principios fundamentales del acondicionamiento y abarcamos ciertos conceptos del estiramiento. También hemos destacado la importancia de entrenar con ESPECIFICIDAD.
Por eso, si queremos ser específicos para el fútbol, necesitamos entender cuánto corre un jugador/a de fútbol, y cómo lo corre. Esto parece ser muy simple, pero tiene muchos matices.
Un futbolista profesional corre, en promedio, entre 6 y 7 millas por partido, lo que equivale a decir 6-7 millas en 90 minutos (en realidad son alrededor de 75 minutos de juego activo, considerando las pausas). Sería muy simple, y en general es un error común, decir “bueno, salgamos a correr hasta que tengamos la resistencia de cubrir 8 millas y con ello bastará”, pero no es así.
¿Lo han hecho alguna vez? Yo sí. Me gusta correr, y he sido capaz de hacerlo, pero luego, en un partido amistoso de pretemporada, sentía que iba a vomitar a los diez minutos.
El problema de esto es que no se considera la segunda cuestión, que es cómo corres esas 6-7 millas.
Un futbolista corre entre 60 y 70 por ciento de ese tiempo y millas en una velocidad relativamente baja, entre 15 y 20 por ciento a velocidad media o tres cuartos, y un 10 por ciento en máxima velocidad. Esto equivale, en distancia, a 3.6-4.2 millas en trote suave, 1.1-1.4 en velocidad media-tres cuartos, y 0.7 en máxima velocidad.
Todo este análisis se vuelve más complicado si tomamos en cuenta la posición del jugador. Dejando de lado a los arqueros, los defensores y delanteros tienden a tener más pasajes de trote suave y de pique, y también tienden a tener más tiempo de recuperación que los mediocampistas, quienes normalmente cuentan con más pasajes de velocidad media o tres cuartos. Eso afecta a los porcentajes mencionados más arriba.
Se añade complejidad si se considera la posición específica, ya que los laterales y centrales en defensa, por ejemplo, tienden a tener diferentes exigencias físicas.
Si se quiere analizar aún más detallado, deberíamos considerar el estilo de juego del equipo. No tiene la misma exigencia física un defensor central que juega en Barcelona a uno del Atlético de Madrid.
Para facilitar la explicación, tomemos esos porcentajes como referencia por ahora. Se podría decir “bueno, asegurémonos de poder hacer piques de más de 0.7 millas, lo mismo con las otras distancias, y deberíamos estar bien”, pero lamentablemente estaríamos equivocados otra vez.
¿Por qué? Porque cuando decimos eso no estamos considerando otros dos factores importantes que son: distancia y períodos de recuperación.
Déjenme explicar esto.
Sabemos que nuestro futbolista necesita ser capaz (entre otras cosas) de correr alrededor de 1.4 millas entre velocidad media y tres cuartos, por lo que podríamos pensar en desarrollar esta capacidad al correr 1 milla por día a tres cuartos hasta que sea capaz de hacerlo cómodamente, pero este esfuerzo sería totalmente inespecífico. ¿Por qué? Durante un partido, nunca verás a un jugador correr 1 milla completa y a la misma velocidad. Los futbolistas corren, se detienen, giran, saltan, corren nuevamente, trotan, cambian, etc. Es acíclico, por lo que necesitamos pensar en distancias representativas para el esfuerzo, el número de repeticiones y los períodos de descanso entre dichas repeticiones.
Para un volante, por ejemplo, podríamos decir que la máxima distancia cubierta a esta velocidad serían 40-50 yardas. Solemos llamar a los mediocampistas con mucha resistencia “todo terreno”, lo que implicaría unas 80 yardas, pero eso realmente no pasa muy seguido en un partido.
Ok, ahora sabemos que necesitamos cubrir 40-50 yardas en tres cuartos de velocidad, pero no estamos teniendo en cuenta los períodos de recuperación. Aquí se necesita pensar qué tan frecuente será realizado este esfuerzo. Si corro esas 40-50 yardas en 7-8 segundos, ¿cuánto podré descansar o realizar un trote suave (en promedio) hasta que deba repetirlo? Métodos de entrenamiento como el Intermitente sugiere que un buen ratio para trabajar es 1:3, lo que significa que si se corre 7 segundos a esa velocidad y distancia, se debería descansar 21 segundos y luego repetir. Cada repetición implica cubrir una distancia de 100 yardas. Pero cuidado, eso no significa que debamos repetir esto 24.5 veces hasta alcanzar 2464 yardas (equivalente a 1.4 millas), ya que eso sería no solamente muy demandante, sino también inespecífico, ya que durante un partido, cada tanto, la pelota sale del campo, o hay un tiro de esquina, o el entretiempo, o algún tipo de detenimiento del juego que nos da un período de descanso mayor, pero podríamos pensar en 4 series de 6 repeticiones con dos macro pausas entre las series. Mientras nos ponemos en forma, podríamos añadir una repetición más a la sobrecarga, 7 en vez de 6, lo que haría cubrir 2800 yardas, para acostumbrar al cuerpo a un esfuerzo aún mayor al de un partido de fútbol.
¿Puedes ver cómo estamos progresivamente acercándonos al esfuerzo real que se necesita en un partido?
El mismo análisis puede ser realizado para el trote suave y el pique. Te invito a hacerlo por tu cuenta y ver hacia dónde te lleva este análisis.
Estos matices, complicados y tediosos como parecen, son vitales para entender cómo preparar a un futbolista, porque siempre debemos recordar que nuestros cuerpos se adaptan específicamente también. La mejor forma de visualizarlo es pensar en los Juegos Olímpicos y comparar en nuestras mentes a un maratonista y a un corredor de 100 metros. Ambos corren, pero de formas muy diferentes, y sus cuerpos se adaptan específicamente al esfuerzo demandado.
Como comentario final, quiero clarificar que presento esto como un camino para entender cuánto y cómo corre un futbolista, y cómo encarar su especificidad, ya que no recomiendo entrenar basados en los métodos populares basados en el atletismo como el que mencioné (Intermitente), u otros como RSA o Intervalos.
Explicaré por qué, y presentaré otras alternativas, en los próximos posts.
¡Ojalá este artículo te haya servido!
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