At Home Recovery Strategies During Tournaments

Este artículo fue escrito por Pablo Toledo, Director de Proyectos Deportivos de Rush Soccer.

Nos encanta jugar torneos. El entorno puede ser maravilloso y emocionante. Ahora, desde un punto de vista físico, sabemos que los torneos para jugadores postpuberales pueden representar una sobrecarga tremenda, y constantemente tememos por las lesiones. En la mayoría de los torneos, juegas al menos tres partidos en tres días, normalmente cuatro si tu equipo ganó suficientes puntos para llegar a la final.

Enseñamos a los entrenadores a ser conscientes de esto e intentamos equilibrar las cargas físicas al asistir a los torneos con grandes planteles y que brindan el mismo tiempo de juego, pero de todos modos, sigue siendo un gran esfuerzo, entonces, ¿qué podemos hacer antes, entre y después de los juegos para tratar de ayudar a los jugadores a recuperarse tanto como sea posible?

En el post sobre Platos Nutritivos, Amanda Turner, nutricionista deportiva e invitada en el artículo, ya destacaba la importancia del tiempo para comer, por eso el consejo #1 es sobre nutrición: Antes del juego, queremos comer carbohidratos, y después del juego (dentro de una hora), necesitamos carbohidratos y proteínas para rehidratarnos, volver a acumular los niveles de glucógeno y para la síntesis muscular. En términos simples, una forma de hacer esto podría ser comer pasta o pan o galletas saladas (solo para ejemplificar los carbohidratos) en nuestra última comida antes del juego y beber una bebida deportiva después del juego (y también en el medio tiempo si lo deseamos) o un batido de proteínas o una barrita de proteínas y agua en todos los casos. Otro comentario sobre nutrición, incluso si esto suena obvio, sería asegurarnos de que no comamos mucho más que un refrigerio en las últimas 2-3 horas antes del juego y, por último, recomendaría ceñirse a los alimentos que nos son familiares. En el post 7 Consejos Nutricionales Para Futbolistas mencionamos esto. Ya sabes... La gente es extraña... Y diferente, por lo tanto no sabes cómo te sentará algo nuevo hasta que lo comas. Mejor experimentar otro día. Ah, y una cosa más, quizás evita comer mucha carne roja entre juegos si jugarás dos veces el mismo día, simplemente porque la grasa tarda más en digerirse. Yo me apegaría a las proteínas en días como esos.

Consejo #2 y uno con el que usualmente hago bromas con mis equipos es: ¡Ve a ducharte! Darse una buena ducha caliente nos ayuda a relajar y aliviar el dolor muscular, y cada uno alrededor tuyo lo apreciará también 😉 Si tienes la suerte de contar con un jacuzzi, úsalo, estaremos celosos. Las terapias frías son buenas para la recuperación si te gustan más.

El consejo #3 es relajarse. Una rutina muy simple que recomiendo a mis jugadores es tomar una ducha y luego ponerse cómodos y levantar las piernas contra la pared durante 10-15 minutos. Les animo a que escuchen algo de música con sus teléfonos o similar. Las piernas hacia arriba pueden ayudar con la hinchazón y, en general, simplemente se relaja después del tipo de esfuerzo que implica el fútbol.

Personalmente, no recomiendo un trote regenerativo después o entre juegos, pero eso es puramente una opinión. ¿Por qué? Porque odiaba hacerlo como jugador. "Solo estaba corriendo, si hay algo que estoy cansado de hacer es trotar, especialmente sin la pelota". Así es como me sentí. Especialmente si acabábamos de perder el juego, casi se sentía como un castigo ser enviado a trotar.

Último consejo, el #4, es para estar atentos incluso si está más relacionado al entrenador y al jugador que a los padres/madres: ¡Acortar el calentamiento previo! A veces nos encontramos con rutinas y las tomamos como verdades absolutas, perdiendo nuestro sentido común, olvidando que el bien y el mal pueden ser específicos del contexto (al menos en el fútbol). Si juegas cuatro partidos en tres días, ¿tenemos que empezar a calentar 45 minutos antes del partido y hacerlo intensamente? Eso suma 180 minutos de esfuerzo, dos juegos más de tiempo completo. Tal vez acortar y bajar la intensidad al mínimo necesario para garantizar la preparación para competir, ¡usa la energía sabiamente!